El papa Francisco reunió hoy a más de 800,000 personas en el víacrucis celebrado en Lisboa tras un recorrido multitudinario en el papamóvil por las calles de la capital lusa en el que rompió de nuevo el protocolo para acercarse a los fieles y saborear un mate.

Horas antes de la celebración, decenas de miles de fieles colapsaron el centro de Lisboa para llegar al parque Eduardo VII, rebautizado como "Colina del Encuentro", en medio de un despliegue de seguridad que involucra a cientos de efectivos.

Aunque la zona está cortada al tránsito y las estaciones de metro y paradas de autobuses cerradas, los peregrinos llegados de todo el mundo alcanzaron el parque caminando para esperar al papa, que hoy cumple su tercer día en Lisboa en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Imágenes aéreas muestran una marea humana que ocupa la principal arteria del centro, la Avenida da Liberdade, y discurre hasta la Baixa, cerca del río, en una estampa sin precedentes en Lisboa.

El papa llegó al parque tras un recorrido en el papamóvil descubierto, el segundo en esta JMJ, en el que detuvo la comitiva para saludar, recibir regalos e incluso conversar brevemente con un compatriota argentino y saborear un trago de hierba mate, mientras la multitud le ovacionaba.