
El agente de Texas Nicholas Wingate comentó en una instancia a un supervisor que cuando se encontró con un grupo de 120 migrantes, que incluía niños y madres amamantando a sus bebés, el 25 de junio en el condado de Maverick —un condado fronterizo de Texas_, él y otro agente recibieron órdenes de "empujar a la gente de regreso al agua para que se fueran a México". El agente describió tales acciones como inhumanas en un correo electrónico fechado el 3 de julio.
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