Tras dos años de precios dolorosamente altos, la inflación en Estados Unidos ha alcanzado su punto más bajo en desde 2012 -un 3% en junio en comparación con 12 meses antes-, señal de que las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal han frenado de forma constante el aumento de los precios en toda la economía. La cifra de inflación comunicada por el Gobierno el miércoles supuso un fuerte descenso respecto a la tasa anual del 4% registrada en mayo, aunque sigue por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal. En los últimos 12 meses, el precio de la gasolina ha bajado, el de los alimentos ha subido más lentamente y el de los coches usados se ha abaratado.