Pekín.- Las autoridades chinas siguen de cerca la evolución meteorológica del país, azotado en las últimas semanas por las temperaturas más extremas registradas en seis décadas en el norte e inundaciones en el centro y el sur de su territorio que han causado al menos 15 muertos.

El observatorio nacional renovó el jueves una alerta naranja por las altas temperaturas y pronosticó que la ola de calor aún se prolongará varios días.

En algunas zonas esa alerta se ha elevado a roja, como en Pekín, donde ayer los termómetros superaron los 40 grados en la mayor parte de la ciudad y hasta la próxima semana no se prevé que las máximas bajen de 37 grados.

China tiene un sistema de alerta meteorológica de tres niveles codificado por colores para las altas temperaturas, en el que el rojo representa la advertencia más grave, seguido del naranja y el amarillo.