Las declaraciones del presidente estadounidense Joe Biden en las que llamó "dictador" a su homólogo chino Xi Jinping y a China un país con "verdaderos problemas económicos" provocaron rápidas condenas por parte del gobierno chino el miércoles, generando una nueva desavenencia justo después de que ambos países acordaron medidas provisionales para estabilizar la relación. En Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, condenó los comentarios inusualmente punzantes de Biden y señaló que eran "sumamente absurdos e irresponsables".

Biden hizo sus declaraciones luego de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, concluyó una visita a Beijing el lunes que pretendía romper el hielo de una relación que ha alcanzado su peor nivel en la historia. Aunque ambas partes consideraron que esas reuniones habían sido productivas, no se produjeron avances significativos más allá de un acuerdo para volver a una amplia agenda para la cooperación y la competencia.