Washington.- “¿Hasta cuándo vamos a seguir así? Es un sabor agridulce que lo hayan extendido automáticamente otra vez”.

Así se lamentó la hondureña Perla Canales, resumiendo el sentir general de sus compatriotas y migrantes de otros países centroamericanos que están en EE.UU., tras la prolongación este martes del amparo Estatus de Protección Temporal (TPS) por 18 meses más.

Tras el anuncio, varias familias acudieron ante la Casa Blanca para protestar por la incertidumbre en que muchos de sus parientes se encuentran al depender del TPS, una protección que permite a migrantes trabajar en EE.UU. y evitar su deportación.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) amplió el TPS a más de 300.000 migrantes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Nepal, cuya permanencia en Estados Unidos estaba en riesgo después de que la Administración de Donald Trump (2017-2021) intentara retirarles el beneficio migratorio.

Canales lleva tres décadas en EE.UU. dependiendo del TPS. Emocionada al ver otra gente en su misma situación, participó en la concentración para exigir a Biden que “cumpla con su promesa” de una reforma migratoria.