Ligia Amada Melo, considera que la educación inicial debe declararse en emergencia por un periodo de tres años y en ese tiempo priorizar la alfabetización, la lectura y las matemáticas, para poder superar los pésimos resultados de las evaluaciones que anualmente hace el Ministerio de Educación.

La exministra de Educación atribuye el retroceso en los aprendizajes de los estudiantes a un divorcio entre el sistema educativo central y la escuela y también, entre las universidades que forman a los docentes, porque no tienen en cuenta cuáles son las competencias que el currículo exige para ingresar al sistema educativo.

Melo entiende que los profesores trabajan muy solos, no reciben el acompañamiento sistemático de los técnicos, ni se trata de evidenciar cuáles son sus debilidades, por lo que se presenta una falta de supervisión.