
Tramontano había sido reportada como desaparecida hace cinco días en Senago, una localidad en las afueras de Milán. Su cuerpo fue encontrado esta madrugada tras días de frenética búsqueda y los pedidos desesperados de la familia.
Fue el propio Impagnatiello quien confesó el asesinato. El hombre, de 30 años, admitió haber matado a la joven de dos puñaladas. Después intentó dos veces prender fuego al cadáver con alcohol y gasolina. Por último, escondió el cuerpo en una cavidad de un edificio de Senago.
Ahora está acusado de homicidio voluntario con agravantes, interrupción no consentida del embarazo y de ocultar un cadáver. Ya se encuentra detenido en la cárcel milanesa de San Vittore.
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