La plataforma de alojamientos turísticos Airbnb demandó este jueves a la ciudad de Nueva York por las restricciones que aplicará a partir de julio sobre sus alquileres a corto plazo, que obligan a los anfitriones a registrarse ante la administración local.


Nueva York, que es uno de los principales mercados de Airbnb, aprobó el año pasado una ley cuyas normas empezará a imponer este 1 de julio con el objetivo de regular el negocio de los alquileres a corto plazo y atajar las actividades ilegales en un momento en el que la gran urbe turística sufre una crisis de vivienda.

La empresa argumenta en su demanda, secundada por un grupo de anfitriones, que las nuevas medidas suponen "una prohibición de facto de los alquileres a corto plazo" en la ciudad y que reducirán "drásticamente" los alquileres disponibles.