Hace un año, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el derecho al aborto que llevaba cinco décadas en vigor, provocando un cambio radical en los debates sobre política, valores, libertad y equidad.

Ahora, 25 millones de mujeres en edad de procrear viven en estados donde la ley ha hecho que abortar sea más difícil de lo que era antes del fallo.

Las decisiones sobre la ley están en gran medida en manos de los legisladores y los tribunales estatales. La mayoría de los estados gobernados por republicanos han restringido el procedimiento. Catorce entidades prohíben el aborto en la mayoría de los casos en cualquier etapa del embarazo. Y veinte estados de tendencia demócrata han protegido el acceso al aborto.