Varios cientos de migrantes que habían cruzado irregularmente la frontera entre México y Estados Unidos en los últimos días se han entregado este martes voluntariamente a la Patrulla Fronteriza de El Paso (Texas, EE. UU.) después de una tensa jornada de intimidación por parte de las autoridades y con la esperanza de recibir un trato justo.

Los migrantes, en su mayoría hombres venezolanos, esperan su turno mansamente en una larga fila pegados al muro del cuartel de la Patrulla Fronteriza que se levanta junto al puente Paso del Norte que une ambos países.

"Supuestamente aquí nos están facilitando la documentación", asegura Giomar, expolicía venezolano de 39 años, que dice que no tiene la documentación y que quiere hacer las cosas "por la forma legal".