Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió unas declaraciones en el marco de la Cumbre por la Democracia que se realizó de manera virtual, en la que citó a la República Dominicana como referente en la lucha contra la corrupción. Hasta ahí, todo muy bien. El problema llegó porque el presidente de los Estados Unidos al parecer se confundió y dijo que aquí se han abierto unas 100 oficinas para combatir la corrupción, lo que no ha ocurrido, al menos no se sabía.

Resulta que ese punto generó ruido a una declaración que cayó como balde de agua fría al gobierno que está bajo fuego del PLD, que acusa directamente al presidente Luis Abinader de los sometimientos de tres altos dirigentes de la organización y ministros súper poderosos de Danilo Medina.

A pesar del ruido, políticamente el Gobierno se anotó una buena, aunque se sabe que no gestionó esa declaración, pero llegó en el momento justo. Así la respuesta al PLD de acusar a Abinader de perseguir a sus dirigentes, fue respondida, nada más y nada menos, que por la procuradora Miriam Germán, que nadie puede acusarla de simpatía partidista ni a partidos políticos y el presidente de Estados Unidos. Ambas declaraciones caen como anillo al dedo, y si fueron fortuitas, como todo indica, mejor todavía.