A falta de acciones directas con una fuerza internacional robusta de pacificación, la comunidad internacional se enmadeja en alternativas que, al final, pudieran convertir a nuestro país en pivote de las mismas.
Y la República Dominicana, como reiteradamente lo ha dicho el presidente Luis Abinader, no puede echarse encima las secuelas de la crisis haitiana, más de lo que ya soporta con fuerte desmedro de su presupuesto y de sus mismas leyes migratorias. Frente a esta postura repetida y sostenida con firmeza, no han faltado las presiones externas para que no se repatrien haitianos ilegales. Esto es parte del editorial para el dia de hoy, del periodico listin diario.
0 Comentarios