
Las cifras manejadas son de unos 13.000 trabajadores mexicanos, que están o estuvieron en Estados Unidos, y a quienes se les deben 6,5 millones de dólares.
El objetivo de este acuerdo "es resarcir los derechos laborales de miles de mexicanas y mexicanos que recibieron un salario menor al legalmente establecido por parte de sus empleadores en Estados Unidos".
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