República Dominicana. - En liceo Luis Antonio Geraldo del distrito municipal Tabara Abajo, provincia de Azua, hay múltiples ratas que están acabado con los libros y materiales del centro educativo. Es a raíz de esta situación que la maestra Guillermina Lemos, de 47 años, decidió buscar por su cuenta un veneno para acabar con los roedores.

Sus familiares aseguran que no saben la manera en la que Guillermina consiguió el veneno llamado York Furioso, el cual presumen solo se vende de forma clandestina por la peligrosidad que representa.

El viernes 10 de marzo la dama llenó un pan de agua de este veneno y lo colocó en la biblioteca del liceo, donde los ratones están dañando los libros, según comentó una empleada del liceo.

La docente había colocado el veneno casi a la hora de marcharse. Llegó a su casa y colocó su ropa en el ropero, pero minutos después empezó a sentirse mareada hasta que cayó al piso.

Según sus familiares fue llevada inmediatamente a un centro de salud, sin embargo, nunca mencionó a los médicos ni a los allegados que había utilizado un veneno que tenía un olor fuerte.

No fue hasta llegar a su residencia que Guillermina le manifestó a sus hijos que había colocado el líquido en el pan y que luego de ahí empezó a sentirse delicada de salud, con náuseas y mareo. Minutos después falleció.