El traslado a la cárcel preventiva de Ciudad Nueva de siete exfuncionarios del pasado gobierno de Danilo Medina y otras 12 personas arrestadas en la operación Calamar, puesta en marcha ayer por el ministerio público, cambió la rutina del Palacio de Justicia del Distrito Nacional durante el fin de semana.
Un movimiento inusual imperó allí, aunque similar a cuando se produjeron otros arrestos de exfuncionarios del pasado gobierno, mediante operaciones para desmantelar presuntas redes de corrupción administrativa.
Una constante entrada y salida de abogados y familiares de los detenidos en la cárcel preventiva fue el ambiente que se observó este domingo, día que por lo general no frecuentan muchas personas a ese Palacio de Justicia, porque solo funciona el tribunal de atención permanente y se conocen pocas medidas de coerción.
La preocupación y tristeza de parientes era notoria, pero de parte de ellos no hubo declaraciones, sino de algunos abogados.
Desde las primeras horas de la mañana, parientes de los detenidos acudieron con fundas y bolsos en manos, para llevar principalmente artículos de aseo personal, preguntar por sus familiares o por las cosas que les pueden llevar.
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