Washington, EUA.-  El presidente Joe Biden recibió el lunes en la Casa Blanca a una multitud para celebrar la aprobación de una nueva ley diseñada para reducir la violencia armada, aunque al mismo tiempo lamentó que Estados Unidos sigue “inundado por armas de guerra” y un nuevo tiroteo subrayó los límites de la nueva norma apenas 16 días después de ser aprobada.   

La ley, aprobada tras las recientes masacres en Buffalo, Nueva York y Uvalde, Texas, añade requisitos para jóvenes que quieran comprar armas, prohíbe la venta de armas a abusadores domésticos y ayuda a las autoridades a privar de armas temporalmente a quienes sean considerados un peligro.   

Pero la “celebración” ocurrió después de que alguien disparó contra un desfile del Día de la Independencia en Highland Park, Illinois, matando a siete personas. El hecho demostró las limitaciones de la ley en cuanto a su capacidad de detener la violencia armada en Estados Unidos.  Y ocurre en momentos en que demócratas han pasado a la vanguardia en la expresión de enojo colectivo ante la proliferación de la violencia armada.