El príncipe Felipe, duque de Edimburgo, fallecido hoy a los 99 años, ha acompañado como esposo a la reina Isabel II durante más de siete décadas, una larga convivencia en la que el protocolo le mantuvo siempre unos pasos por detrás la soberana británica.   Había sido hospitalizado recientemente y sometido a una intervención cardíaca con éxito, falleció el viernes, anunció el Palacio de Buckingham.     

Conocido por su particular sentido del humor y su fuerte carácter, Felipe de Mountbatten, nacido con el título de príncipe de Grecia y Dinamarca, ha sido el consorte más longevo en la historia de la monarquía británica.   


Se retiró de la vida pública en 2017, pero continuaba participando en eventos familiares y acaparando atención en los medios por sus recurrentes problemas de salud y por embrollos como el accidente de tráfico que sufrió en 2019, cuando con 97 años conducía un todoterreno en las inmediaciones de su residencia campestre de Sandringham.