El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reactivó este martes el debate sobre el control de armas, uno de los más intensos y estériles de la política estadounidense, al pedir la prohibición del armamento de asalto después del tiroteo masivo en Boulder (Colorado).

Un día después de que un hombre de 21 años matara a diez personas en un supermercado con un rifle de asalto AR-15, Biden habló finalmente sobre el control de armas, un tema que había evitado mencionar la semana pasada, cuando otros tiroteos dejaron ocho muertos en Atlanta. "No quiero esperar otro minuto, ni otra hora, para dar pasos que son de sentido común y que salvarán vidas en el futuro", dijo Biden en una declaración a la prensa desde la Casa Blanca.